En este caso el pedido que nos hicieron suponía un reto ya que teníamos que hacer unas cartas de la baraja española lo más realistas posibles tanto en tamaño como en el dibujo y por supuesto en papel de azúcar para que se pudieran comer una vez que sirvieran de decoración para una tarta.
El comentario de muchos de los que han visto el resultado final es "¿...pero las cartas se comen o son de verdad?"